"Son dos y la voz es una sola. Dialoga en soliloquio y jamás desespera. Goza de grandes oídos y notable vista nocturna. Y aunque ulula a todas horas, la contempla en silencio. La mira. La sueña. Su noche es larga sin un suspiro. Lo gobierna un sismo cardíaco y oloroso a premura. Entonces, cae en un eterno trance lunar." (Sandricuentos 395)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Los Sandricuentos son microtextos que están numerados para su identificación. Comente, comparta su nombre y no ponga enlaces con otras URL ¡Gracias! ©