"La poesía se hizo
noche ante el néctar de los dioses. ¡Virtud de taninos suaves y aliento
acaramelado!, él tocó sus labios lentamente y ella sucumbió ante los brazos del
gran seductor, Dionisio. ¡Leyenda en el Valle del Maipo!; ¡diosa de la vendimia!,
su nombre es: la dama del Vino."
(Sandricuentos 419)
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Milo Manara Maurillo
Historietista |
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