"Camina de noche y de día sin poder sostenerse. Dice que la amaba. Dice que la quería. El joven perplejo, entre el llanto del otoño, la llama sin voz. Y es que no soporta la soledad. Le teme. La esquiva. La marca de su infancia lo tiñe de negro. Es la incertidumbre. Primero su madre y ahora, ella." (Sandricuentos 390)
Este me gustó mucho Sandra...identificado
ResponderBorrar¡Muchas Gracias David por tomar el tiempo en leer estas páginas virtuales y también por tu comentario tan generoso!
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