El abismo, la caída, el agua... Todo es parte del juego del cartero. ¡Carteras, pero no de cosas; carteras, de repartir cartas! ¡Suben, bajan, vuelan, aterrizan! El loto es parte del renacimiento. Del fango surge una nueva idea y se deja sentir en las bruces de un paraguas... Paracaídas. Cada huella y cada pensamiento queda en ese lugar, así es ella: la brisa del mar (Sandricuentos 438).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Los Sandricuentos son microtextos que están numerados para su identificación. Comente, comparta su nombre y no ponga enlaces con otras URL ¡Gracias! ©